Cuando hablamos de igualdad de oportunidades es importante incluir en la conversación aquellas limitantes en el entorno físico que pueden afectar el desarrollo pleno de las personas con discapacidad. Por ello, todos debemos poner manos a la obra para lograr una verdadera accesibilidad universal, siendo las oficinas y otros entornos laborales algunos de los sitios en donde se necesita este concepto con mayor urgencia.
¿Qué es la accesibilidad universal?
De acuerdo con la Fundación SERES (Sociedad y empresa responsable), le llamamos accesibilidad universal a las características de edificios, espacios públicos, productos y servicios que “permiten que sean utilizados de forma autónoma y segura por cualquier persona con independencia de su capacidad”.
Esto significa contar con una infraestructura que ofrezca calidad y seguridad para todas las personas sin importar cuáles sean sus capacidades físicas. Los derechos de las personas nos obligan a eliminar las barreras arquitectónicas y de funcionamiento para aquellos cuyas capacidades (ver, oír, caminar, moverse, hablar, etc.) sean disminuídas o nulas.
Conocer las diferencias de capacidades e incapacidades de todas las personas nos permitirá crear un mundo más inclusivo, sin importar si tenemos una movilidad reducida, si requerimos de alguna ayuda para ver o si nos comunicamos por lenguajes de señas.
La accesibilidad universal en la oficina
Una parte fundamental para lograr una verdadera accesibilidad universal es implementar un diseño para todas las personas en las oficinas y espacios de trabajo. Todas las personas, sin distinción, deben tener la oportunidad de desarrollar plenamente sus capacidades y los entornos laborales son pieza clave de ello.
Comenzando con las entradas de un edificio hasta los cubículos o áreas de trabajo, un espacio de trabajo adecuado para todos debe considerar –desde su concepción, diseño y creación– la accesibilidad de todos sus elementos.
Para ello, es importante tener en cuenta algunos aspectos esenciales para lograr una accesibilidad verdaderamente inclusiva en los distintos espacios. Estos elementos, llamados “Principios de Diseño Universal”, fueron propuestos por la Universidad Estatal de Carolina del Norte y pueden resumirse en los siguientes puntos que se pueden aplicar a todo lo que integra una oficina, desde lo arquitectónico hasta las herramientas de trabajo de los empleados:
- Igualdad de uso
Cuando sea posible, se debe proveer de igualdad en las condiciones de uso de dispositivos e instalaciones para todas las personas; de lo contrario, se deben buscar soluciones equitativas para todos. Lo anterior, con el propósito de evitar la discriminación y segregación. - Flexibilidad
Los productos, servicios y entornos deben proveer métodos de uso que consideren las diferentes habilidades y discapacidades que una persona pueda tener, sin que esto esté en detrimento de la calidad de los resultados. - Uso simple e intuitivo
La verdadera accesibilidad universal contempla una diseño intuitivo y simple que ofrezca una experiencia de uso agradable al alcance de cualquiera; sin importar su experiencia, capacidades cognitivas o barreras en el lenguaje.
Esto también considera guías y soporte para la realización de las tareas.
- Facilidad en la percepción de la información
La información sobre el uso y funcionamiento de dispositivos –así como de espacios– en una oficina debe ser transmitida de forma sencilla para que la comunicación pueda fluir sin importar las capacidades y condiciones ambientales del entorno. - Tolerancia a los errores
Este punto refiere a que, por diseño, se deben minimizar los riesgos y consecuencias de acciones equivocadas. El acomodo de opciones, información y aspectos interactivos con el usuario debe ser lo suficientemente simple como para reducir las equivocaciones y los malos funcionamientos que puedan generarse. - Mínimo esfuerzo físico
El espacio de trabajo y todo lo que le conforma debe pensarse en función de un mínimo esfuerzo físico. Es decir, los empleados deberán hacer uso de instalaciones y equipos manteniendo una posición neutral, minimizando las acciones repetitivas y las dificultades. - Consideración de espacios y tamaños
Los espacios permitirán a todos hacer uso libre de las áreas de trabajo. Para ello se deben considerar aspectos como volumen, alcance y manipulación, los cuales deben incorporar las diferencias en tamaño corporal, postura y ayudas para la movilidad (muletas, sillas de ruedas, etc.).
Aspectos para la accesibilidad universal en la oficina
Un abordaje universal para la accesibilidad de espacios y herramientas de trabajo comienza desde el reconocimiento del derecho de todas las personas a desarrollarse plenamente de forma personal, social, profesional y económica sin importar nada.
Las oficinas –y los diversos espacios de trabajo– son parte integral para el crecimiento en cada uno de los aspectos mencionados y, por ello, se deben garantizar las mejores condiciones para que esto sea posible.
A continuación te mencionamos algunos elementos generales que se deben considerar para facilitar el acceso universal:
- Espacios de estacionamiento adecuados, debidamente señalizados –así como la penalización de la omisión al respetarlos.
- Accesos a los edificios sin barreras arquitectónicas –como desniveles, escaleras o espacios reducidos.
- Iluminación correcta.
- Entradas alternativas cuando existan controles –como torniquetes– que puedan suponer un obstáculo.
- Puertas y espacios de tránsito lo suficientemente amplios para dar cabida a sillas de ruedas o diferencias en tamaños.
- Puertas que necesiten una fuerza de apertura mínima o nula.
- Ascensores amplios, simples de controlar y con fácil acceso a su información.
- Despachos y oficinas amplias, bien iluminadas, por las que una persona pueda moverse sin obstáculos y libre de riesgos.
- Mobiliario fijo, de fácil acceso para distintos tamaños y que este no requiera de un esfuerzo excesivo.
- Señalización adecuada con información fácil de entender.
- Sanitarios accesibles para todos y suficientes para la cantidad de personas que laboran. También se considera la instalación de cabinas, lavabos y otros recursos sanitarios adecuados para todos.
- Rutas y salidas de emergencia bien señalizadas, libres de obstáculos y cuyo acceso no implique un uso excesivo de la fuerza, así como que permita el tránsito adecuado de todas las personas.
Como podrás notar, la inclusión es muy importante, pues implica reconocer el valor que todos podemos aportar a nuestra sociedad y su desarrollo. Con el propósito de facilitar el desenvolvimiento pleno de todas las personas, es importante contar con espacios que se adecuen a las necesidades de movilidad, cognitivas y de uso que todos tenemos.
Lo anterior presupone que la estrategia de diseño, la implementación y el uso constante deben realizarse teniendo en cuenta los diferentes requerimientos que todos tenemos. Sólo de esta manera podremos avanzar hacia un mundo mucho más justo que aprecie a todos por igual y en el que todos puedan dar su máximo esfuerzo sin barreras.
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